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La verdad es que nunca he tenido acné complicado, tal vez algunos granitos de repente, pero nada de qué preocuparse. Sin embargo, en mis años de juventud (más juventud), siempre tuve problemas con los puntos negros. Tenía tantos en la nariz, que mi mamá me decía que tenía cara de fresita. Lo sé, se pasó.
En fin, durante todos esos años pensé que los puntos negros eran suciedad acumulada por no lavarme bien la cara, entonces me la vivía tallandome con estropajos, poniéndome banditas y odiando mis poros. Pero no, nada de lo que creía era real y como no quiero que pases por lo mismo, hoy te quiero contar todo lo que he aprendido sobre ellos
¿Qué son?
Los puntos negros no son suciedad o bueno, no tal cual como lo creemos. En realidad, ocurren cuando los folículos de pelo se tapan de células muertas y sebo, y queda una puntita expuesta al aire. El contacto con el medio ambiente hace que se oxide y se oscurezca.
¿Por qué aparecen?
La edad, el tipo de piel o el descuido en tu rutina de limpieza son solo algunos de los factores que influyen en la aparición de puntos negros.
Aunque es normal que aparezcan en los adolescentes por el incremento de grasa en su piel, esto no significa que exista como tal “una edad para tener puntos negros”, ya que pueden aparecer en cualquier momento de tu vida.
En cuanto al tipo de piel, las personas con piel naturalmente más grasa tienen más probabilidades de experimentarlos. Y por último, la higiene también puede contribuir a su desarrollos, ya que permite que se acumulen aceites en la piel.
¿Cómo tratarlos?
La limpieza de tu carita siempre será la base de tu rutina. De verdad, este paso es esencial ya que elimina el exceso de sebo, que es una de las causas principales de los puntos negros.
Limpia dos veces al día utilizando un jabón especializado, pero cuida que no sea muy agresivo o astringente. Queremos controlar el brillo, pero eso no es lo mismo que resecar la piel. Sí, amigxs, se puede hidratar y tratar el acné al mismo tiempo, solo tienes que conocer bien a tus ingredientes aliados.
Te recomiendo buscar limpiadores con BHA (ácido salicílico). Prueba el Salicylic Acid Daily Gentle Cleanser de COSRX que, además de limpiar, realiza una ligera exfoliación, dejando tu piel libre de sebo y células muertas.
La exfoliación es un paso importante, ya que nos ayuda a deshacernos de la piel muerta (recuerda que el exceso bloquea el poro). Yo personalmente prefiero los exfoliantes químicos, no porque sean mejores, sino porque a mi me funcionan y no me irritan cuando los uso bien.
La principal diferencia es que los físicos exfolian de manera mecánica, con la ayuda de pequeñas partículas que raspan la piel y los químicos con ayuda de ácidos.
Si quieres probar las dos opciones aquí te dejo mis favoritos:
Rico en BHA, uno de los ingredientes más efectivos para tratar los puntos negros y poros tapados. Plus: no solo te ayudará a eliminar los existentes, sino ayudará a prevenir la formación de nuevos puntos negros.
Un peeling en polvo con ingredientes de enzimas naturales que te ayudará a limpiar los poros y células muertas de manera profunda y a iluminar el rostro. Con polvo de té verde que calma la piel irritada o enrojecida.
Aunque parezca algo muy lógico, a veces no lo es. Es importante utilizar productos hechos especialmente para tu tipo de piel, pues de esta forma no afectan la producción de sebo.
Las cremas hidratantes evitarán que tu piel se encuentre deshidratada y produzca más sebo para compensar.