Ok, todos hemos romantizado ciertos momentos de nuestras vidas, ¿no? me refiero a hacerlo hasta en situaciones tan cotidianas como en el self-care, desde que hago mi limpieza facial, enciendo mi vela favorita, me pongo la banda para el cabello y finjo que estoy en un video step by step de Vogue hablando de mis secretos de skincare, etc. Sí, estoy segura que todos hemos imaginado ese último escenario en nuestra cabeza.

Es por eso que desde que inicio mi rutina, lo hago con todo el cuidado del mundo mientras disfruto mi playlist favorita de fondo. Comenzando con una profunda doble limpieza, siendo esta esencial para días donde uses maquillaje de forma regular, SPF o has hecho actividad al aire libre; usualmente lo hago por las noches, pero si hay días donde te despiertas y sientas que necesitas más limpieza para remover impurezas o restos de tus tratamientos de noche, lo puedes hacer también sin problema. 

Limpiador en aceite, ¿cómo usarlo siendo un pro?

Este primer paso para tu rutina de doble limpieza es ideal para darle un nuevo respiro a tus poros, olvídate de esa sensación pesada o grasosa al final, como al usar Sunset, que no solo logra eso sino también ofrecer hidratación, derretir el makeup, SPF y demás impurezas del día de forma gentil, ¡apto para pieles sensibles! 

La presentación en bálsamo de este limpiador hace más cómodo e higiénico el proceso. Basta con agitar o presionar antes el producto para usarlo, ya que por su consistencia en aceite, es completamente normal que tienda a separarse. 

Al momento de sacar el producto notarás que no es tal cual un aceite que se corra rápido sobre tus manos, tiene más bien una textura como mantequilla densa y sólida que al momento de masajearla por toda tu cara, se distribuye rápido hasta difundirse por completo y actuar como un jabón. Ah, y no necesitarás toallas ni pads de algodón para remover los residuos ya que solo con enjuagar con abundante agua se caerán todas las impurezas y makeup, ¡así de fácil y sin dejarte la cara tirante! 

Un solo limpiador es más que suficiente, ¿no?

Créeme, si solo estás usando un limpiador te estarás perdiendo de más beneficios y de toda la experiencia completa. No por nada en Corea catalogan a la doble limpieza como una rutina esencial, ya que es clave para dejar la carita lo más limpia, iluminada e hidratada posible. Ya sabes, que se note ese glow natural de piel saludable. 

Es aquí cuando entra un producto que además de limpiar los restos del primer paso, hidrata ¡y contiene probióticos! Eso no te lo esperabas, ¿verdad? Pues sí, hablamos de BFF (Barrier Friendly Foam). Su fórmula nos sorprende ya que ayuda a proteger la microbiota natural para fortalecer la barrera natural de la piel y así defenderla ante los agresores externos. 

Para mejorar su funcionalidad, es importante que sigas teniendo tu cara húmeda ya que así actúa mejor el producto, y por si te lo preguntas, no, no es tu típico limpiador que crea espuma, dirás: “¿pero cómo? ¿funcionará igual?”. La respuesta es ¡sí! funciona súper bien como segundo paso de tu rutina. Esto es porque sus ingredientes logran ser más aptos para pieles sensibles y reactivas. Fun fact: para que un jabón haga espuma se suelen agregar químicos extra, así que mejor te evitas de eso para lograr una limpieza a profundidad de forma gentil mientras proteges la capa dérmica.

Double cleansing, double win!

Llega el momento de enjuagar todos los restos de ambos productos y ¡listo! Ahí estará el Cleansing System (Sunset y BFF) para ayudarte a eliminar todo lo malo y cuidar todo lo bueno: la barrera de tu piel, que incluye la microbiota y aceites naturales que se necesitan para mantenerla hidratada y protegida de agresores externos, usando solamente ingredientes vegan y cruelty free, ¡un home run!